Comparada con las tradicionales, esta receta es más ligera y fácil de digerir, pues usamos aceite de oliva en lugar de mantequilla, y nata vegetal de avena en lugar de yogur.
Ingredientes: 200 ml de nata de avena (también puede ser un yogur), que ponemos en una taza o vaso para luego usar la misma medida, 1 ½ medidas de harina blanca de espelta, 1 medida de cacao en polvo desgrasado, 2 medidas de azúcar moreno, 1 medida de aceite de oliva, 9 cucharaditas de postre de levadura instantánea o bicarbonato (=1 ½ sobres), 3 huevos, ½ bote de mermelada de fresas, frambuesas o arándanos.
COBERTURA: 100 gramos de chocolate de algarroba en tableta, 50 gramos de Carobella (nocilla de algarroba sin azúcar), 50 ml de nata de avena.
Preparación:
1. Una vez medidos y preparados todos los ingredientes, precalentar el horno a 170º C.
2. En un bol y utilizando unas varillas, batir los huevos y mezclar bien con la nata de avena.
3. Añadir el aceite y el azúcar, batiendo bien para ligar todo.
4. Añadir la harina, pasándola por un tamiz o colador, y batiendo al mismo tiempo con las varillas para ligar bien.
5. Añadir la levadura y de nuevo ligar con las varillas.
6. Añadir el cacao en polvo y volver a ligar.
7. Engrasar un molde para horno con un poco de aceite y luego espolvorearlo con harina, agitando y girando el molde, dando pequeños golpecitos laterales para que quede una fina película de harina pegada.
8. Verter la masa en el molde y hornear 35 minutos; para ver si está cocida se puede introducir un palito en el centro y si sale seco es que está lista.
9. Una vez cocida la masa y enfriada, se parte longitudinalmente en dos mitades para poner en medio la capa de mermelada, volviendo a unirlas después.
10. Colocar en un cazo el chocolate en tableta con la nata de avena y fundirlo al baño maría.
11. En un bol emulsionar la Carobella con un poco de agua caliente, consiguiendo una textura espesa como de mousse.
12. Una vez fundida la tableta con la nata de avena, la añadimos a la emulsión anterior, mezclando todo bien.
13. Mientras aún está caliente, verter lo anterior sobre el bizcocho con cuidado de que quede bien repartido. Al enfriarse se solidifica un poco y … ya está!
CLAVES Y TRUCOS:
- El mundo de la respostería es un campo de precisión: las medidas deben ser exactas, el orden no puede alterarse y los tiempos tampoco.
- Otra de las claves es la temperatura: las masas toleran mal los cambios bruscos de temperatura, sobre todo si se trata de un enfriamiento brusco. Por ello, los ingredientes de la masa deben estar todos a temperatura ambiente, y una vez introducida la masa en el horno, éste no debe abrirse bajo ningún concepto. Por la misma razón, al final del horneado conviene no abrir de golpe el horno, par evitar que el bizcocho se desplome.
Más allá de mi formación y estudios, lo que más valoro son los 20 años que llevo practicando lo que enseño, alimentándome y viviendo según los principios macrobióticos. La experiencia derivada de ese recorrido de 20 años dando clases y consultas, sumada a mi compromiso constante con la alimentación sana, es mi receta para el bienestar, y disfruto compartiéndola.
A través de los cursos y charlas que ofrezco en mi escuela transmito ese legado, iniciando a otras personas en el camino de la salud y la conciencia a través de la alimentación.
2 Comentarios
Te sigo entusiasmada y me encanta todo lo q dices y cocinas. En esta receta de tarta de chocolate ligera no he podido comprar crema de avena que no incluyera en sus ingredientes el aceite de palma y de colza. He buscado en todos los supermercados ecológicos de Madrid y nada. La haré con yogur.
El desayuno Budwig/a tu manera lo has publicado alguna vez?
Muchas gracias.
Hola Pilar, gracias por tus palabras!
Mi versión de crema Budwig está en esta misma web, en la página de recetas, en el apartado Desayunos.
Saludos cordiales.