Esta deliciosa salsa de calabaza al jengibre queda de cine sobre verduras al vapor, pescados a la plancha o marisco hervidos.
Ingredientes: 1 cebolla, 2 vasos de calabaza en daditos, aceite de oliva, 2 cucharadas soperas de jugo de jengibre fresco, 1 cucharada sopera de salsa de soja (en su defecto, 1 cucharada de postre de sal), 4 cucharadas soperas de concentrado de manzana líquido, 1 – 2 cebolletas.
Preparación:
1. Cortamos la cebolla en cuadritos y la calabaza en daditos pequeños. Pelamos y picamos la cebolleta y la reservamos aparte.
2. Rallamos finamente un trocito de raíz de jengibre del tamaño aproximado de una nuez, y exprimimos su jugo apretándolo en nuestro puño, hasta obtener dos cucharadas, que echamos en un bol y mezclamos con la salsa de soja (o la sal) y el concentrado de manzana, batiéndolo con un tenedor para ligar todo bien.
3. Calentamos una sartén, cubrimos el fondo con aceite de oliva y sofreímos suavemente la cebolla con una pizca de sal unos 6 – 8 minutos, hasta que está blandita. Añadimos la calabaza, otro poco de sal y seguimos rehogando unos 8 minutos más, a fuego lento y tapada para que sude y se ablande.
4. Echamos la salsa y dejamos hervir a fuego mínimo y tapado unos 3 – 4 minutos. Apagamos y trituramos.
CLAVES Y TRUCOS:
- El concentrado de manzana líquido es un sirope de manzana que se encuentra en tiendas de alimentación natural. Es interesante porque no tiene azúcar, y porque su sabor entre dulce y ácido es ideal para salsas y aliños.
Más allá de mi formación y estudios, lo que más valoro son los 20 años que llevo practicando lo que enseño, alimentándome y viviendo según los principios macrobióticos. La experiencia derivada de ese recorrido de 20 años dando clases y consultas, sumada a mi compromiso constante con la alimentación sana, es mi receta para el bienestar, y disfruto compartiéndola.
A través de los cursos y charlas que ofrezco en mi escuela transmito ese legado, iniciando a otras personas en el camino de la salud y la conciencia a través de la alimentación.
