¡Ya están disponibles envíos del Libro a Europa!
Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Luxemburgo, Países bajos y Portugal
¿Para qué? ¡Si siempre terminan criando polvo en la estantería!
Entonces ¿por qué estás pensando en comprar éste?
Porque sabes que necesitas un cambio sí o sí, no puedes seguir así, comiendo cualquier cosa y sin saber realmente qué es comer sano. Porque hoy día tenemos acceso a más información que nunca y eso es genial, pero al final te acabas haciendo un lío y no sabes a quién dar crédito. Todos dicen que su método es el mejor, y lo defienden con argumentos que parecen convincentes.
¿Qué hacer? ¿cómo elegir entre tanta oferta? Pues te voy a contar un secreto:
Y no es fácil, ya te lo digo. A mi me costó muchos años de aprendizaje, de prueba y error, de caerme y levantarme una y otra vez.
Hasta que comprendí que no se trata de encontrar una dieta que pueda aplicar de forma mecánica o automática, sin presencia.
Este es el sueño de muchas personas: “Dime qué tengo que comer para estar bien y lo haré”. Yo cuando empecé también pensaba así, pero esa es una forma de delegar la responsabilidad en otro, y en temas de salud delegar no funciona.
Tienes que hacerte cargo de ti mismo y estar presente todo el tiempo. Porque tu cuerpo físico sólo lo habitas tú, sólo tú puedes sentirlo, escucharlo y nutrirlo en función de sus necesidades.
La dificultad está en que tu condición cambia constantemente, a veces de un día para otro o en cuestión de horas, y lo que hoy te funciona puede que mañana ya no te sirva.
Por si eso fuera poco, tu entorno también cambia, las estaciones se suceden, los ritmos vitales fluctúan y hay que ir adaptándose
¡Madre mía, qué difícil!
Así estuve yo mucho tiempo, años, hasta que encontré la Macrobiótica, y comprendí que ese cambio constante es precisamente lo que caracteriza la Vida, y no queda otra que ir adaptando nuestra alimentación a las variables necesidades y circunstancias vitales.
Afortunadamente, la Macrobiótica es la propuesta ideal para lograr esa adaptación, porque se basa en el estudio y la aplicación práctica de la energía que rige los ritmos y ciclos naturales.
Por eso cuando la encontré supe que tenía entre manos algo de gran valor, y ahí me quedé varios años, estudiando, aprendiendo, equivocándome y volviéndolo a intentar, hasta que por fin logré tener una relación natural, flexible y placentera con la comida y con mi cuerpo.
Y cuando tienes algo bueno quieres compartirlo, quieres que todo el mundo se beneficie y lo disfrute contigo.
La verdad es que escribir este libro ha sido una gran aventura y aunque he disfrutado muchísimo lo cierto es que el esfuerzo ha sido titánico. ¡Y encima me auto-edito, ahí es nada!
No tengo ninguna editorial ni distribuidora que avale mi obra, sino que yo misma he supervisado y participado en todo el proceso de maquetación y edición, y ahora estoy en plena distribución.
¿Por qué tanto esfuerzo y riesgo?
Muy fácil: porque lo que tengo que comunicar es importante y valioso, y puede mejorar las vidas de muchísimas personas. Sabemos que comemos mal y que la mayoría de las enfermedades que asolan a la población están directamente relacionadas con la dieta.
Sabemos que los niveles de contaminación han alcanzado cotas nunca antes vistas en la historia de la humanidad, y que mantener nuestro metabolismo a tope es clave para lograr eliminar todos esos desechos tóxicos. Sabemos que la dieta juega un papel central en nuestra salud y bienestar.
Sin embargo, ¿cuántas personas consiguen resultados sólidos? La verdad es que poquitas. ¿Por qué? Pues porque la mayoría lo intenta por su cuenta, sin una guía clara y fundamentada de lo que es “comer sano”.
Y como no podía ser de otra manera caen en los mitos de siempre: comer sano es comer lechuga, o comer todo crudo, o todo cocido, o eliminar los carbohidratos, o comer sin sal, o beber 3 litros de agua al día… y no sé cuántas tonterías más.
Yo también caí en algunos de estos mitos en su día, y tuve que recorrer un camino largo hasta comprender de qué va esto de comer sano. Ahora que lo tengo más claro que nunca quiero que se beneficie todo el mundo.
Por eso me embarqué en esta aventura del libro, porque sé que no todos podéis acceder a mi escuela. Además los cursos estarán ahí un tiempo pero llegará un día en que la escuela online cerrará sus puertas.
En cambio el libro lo tendrás toda la vida. Así que si quieres salud en tu cocina no te lo pierdas, porque la edición es limitada y no sé cuándo podremos sacar la siguiente.