crema de cebolla

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La elaboración de la crema de cebolla es muy sencilla y queda sorprendentemente deliciosa.

Ingredientes: 6 u 8 cebollas grandes (mejor si son blancas, pero sirve cualquier clase de cebolla), 3 cs de aceite de oliva, 1 cs de sal, ¾ litro de agua, 1 cp de nuez moscada molida, sal marina, sésamo tostado y molido.
Preparación:
1. Pelamos las cebollas y las cortamos en medias lunas gruesas.
2. En una olla sofreímos lentamente la cebolla con el aceite y la sal unos 15-20 minutos, hasta ablandarla.
3. Añadimos la nuez moscada, otra pizca de sal y sofreímos 5 minutos más.
4. Añadimos el agua (mejor si está caliente), llevándolo a ebullición.
5. Cuando rompe a hervir bajamos a fuego medio, tapamos y dejamos hervir suavemente 15 ó 20 minutos.
6. Apagamos, trituramos y servimos salpicada con sésamo tostado y molido.

Alimentos

6 Comentarios


OLGA DOLARAGA
9 diciembre, 2017 at 7:06 pm
Responder

SE PUEDE UTILIZAR EL GOMASIO EN ESTA RECETA? GRACIAS!! ME ENCANTAN TUS RECETAS Y TUS CHARLAS SOBRE NUTRICIÓN!! MUCHISIMAS GRACIAS POR COMPARTIR!! UN BESAZO!!
OLGI.


    Rosa
    11 diciembre, 2017 at 6:36 pm
    Responder

    Hola Olga,
    No suelo recomendar el uso de gomasio en los menús cotidianos, tan sólo lo aconsejo para determinados fines terapéuticos, en particular para condiciones de mucha debilidad y frío y por un plazo de tiempo determinado.
    La razón: porque el gomasio implica consumir sal cruda, y la sal no debe utilizarse en crudo: mejor fundida en las cocciones.
    Es una cuestión de equilibrio homeostásico: los minerales en el cuerpo trabajan siempre formando parejas o tríos, siempre en equipo, y al fundir durante las cocciones la sal con los minerales de las verduras, cereales y demás alimentos del mundo vegetal se equilibran sodio (el principal mineral de la sal) con potasio y magnesio (los principales minerales del mundo vegetal).
    Es una alquimia que fortalece y equilibra la sangre y los líquidos extracelulares. Eso creo que está explicado con mayor detalle en mi vídeo de VERDURAS Y FRUTAS: SUS BENEFICIOS.
    Añadiendo la sal en crudo esa alquimia no se produce y, además, se tiende a abusar de ella para compensar lo sosas que están las preparaciones: hay que aprender a cocinar suave pero sabroso, para no tener que añadir sal después.
    Esta cremita de cebolla está diseñada para sacar, utilizando un mínimo de sal, todo el dulzor natural de la cebolla, y así ayudar a relajar y a reducir los deseos y antojos por dulces extremos y refinados (chocolate, pasteles, refrescos y demás dulces azucarados), o por bebidas alcohólicas.
    Saludos cordiales!

      Elena
      3 julio, 2020 at 11:54 am

      Hola Rosa,

      Es muy importante preparar el gomasio en el suribachi? Tengo un molinillo eléctrico, sé que lo ideal es evitar aparatos eléctricos, pero es tan práctico… O quizás también podría ser aceptable un molinillo manual, que es más rápido que con el suribachi?

      Mil gracias de antemano por tu opinión.

      Un abrazo,
      Elena

Cristina
3 mayo, 2018 at 7:37 pm
Responder

Hola Rosa! Me encantan tus videos de youtube y estoy practicando tus recetas. El otro dia hice esta sopa de cebolla y nuez moscada y el sabor dulce no me gusta demasiado. ¿Hay algun otro ingrediente que pueda ponerle para darle otro sabor en lugar de la nuez? Quizas miso o pasta de umeboshi o otra cosa que se te ocurra? En que cantidades verias tu bien? Muchas gracias! Saludos


    Rosa
    8 mayo, 2018 at 8:17 am
    Responder

    Hola Cristina, qué bien, la práctica es esencial para que la teoría tenga sentido.
    Respecto a esta crema, precisamente la intención es sacarle todo el dulzor a la cebolla, ya que el dulce natural de las verduras es el que debería predominar en nuestros menús cotidianos, porque es el sabor que da estabilidad y fuerza a los sistemas digestivo e inmunitario.
    Mucha gente rechaza (o enmascara con condimentación) el dulce natural de las verduras en los menús principales, y luego tiene antojos por dulces refinados, ya que como te digo necesitamos la estabilidad que da este sabor y las verduras que lo proporcionan (calabaza, cebolla, zanahoria, chirivía…), para equilibrar nuestros sistemas digestivo (en especial el páncreas), linfático e inmunitario.
    No es la nuez moscada lo que determina el dulce de esta receta, sino las propias cebollas, sofritas lentamente con esa pizca de sal.
    Si quieres que esta receta sea menos dulce puedes añadirle un poco de pasta de umeboshi (como 1 cucharada de postre por litro) y ponerle un toque de pimienta negra en lugar de nuez moscada.
    Un cordial saludo.

Cristina
27 septiembre, 2018 at 11:45 am
Responder

Gracias Rosa, me encantas!!


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